Disfagia es la dificultad durante el proceso deglutorio para el procesamiento, formación, propulsión y/o transporte del bolo alimenticio y líquidos durante la deglución,  desde la boca hacia el estómago.

Dicha alteración conlleva el peligro de aspiración de alimentos y/o líquidos a la vía aérea, lo que ocasiona infecciones respiratorias o neumonías, produciendo en la persona que lo padece problemas nutricionales e hidratación.  

Una deglución adecuada tiene determinadas características, dos de ellas son la eficacia y seguridad. La primera es la capacidad de ingerir la cantidad necesaria de calorías y líquidos para mantener una adecuada nutrición. La segunda es la capacidad de ingerir lo necesario sin que se produzcan infecciones respiratorias.

Estas dos características forman parte de los parámetros SECC (Bacco Jose Luis) junto con la competencia y confortabilidad. Una alimentación se considera competente si existe sincronización de las válvulas de la deglución una vez  que los alimentos y líquidos ingresan a la boca.

Confortabilidad se refiere a que la alimentación tiene que ser placentera y que no produzca incomodidad para la persona ni para quien lo asista.

Estos parámetros nos permiten indicar cuál es la vía de alimentación más adecuada para el paciente.